En la cumbre del Berrocal, en el municipio de Pereña de la Ribera, se encuentra la Ermita de Nuestra Señora del Castillo.
Dice la tradición que, con la llegada de los musulmanes en el año 711, la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles conocida como Nuestra Señora del Castillo fue escondida y enterrada por los pereñanos antes de entregarse, bajo uno de los cubos de la fortaleza que allí existía. En la primera mitad del siglo XIV, durante el reinado de Alfonso XI de León, la figura fue recuperada y a partir de ese momento se convierte el Teso de la Ermita en lugar de peregrinación destacado del Condado de Ledesma y de las tierras lusitanas al otro lado del Río Duero.
Junto a la talla en piedra policromada se conservó una segunda piedra aparentemente encontrada junto a la figura de la Virgen, usada ocasionalmente como peana. El 14 de mayo de 1721 esta segunda pieza se rompió y «apareció» una tablilla en piedra de color alabastro, que representa la figura mayor: es la Virgen Chica. A partir de ese momento se redobla el fervor de los peregrinos, especialmente en la fecha señalada del 14 de mayo.
La Ermita de Nuestra Señora del Castillo está rodeada por un explanada, formando el teso y rodeada por multitud de árboles y áreas de descanso, que invitan a pasar una jornada en la naturaleza. Desde aquí se pueden observar algunos de los más asombrosos paisajes de Las Arribes del Duero, con el río a nuestros pies a cuatrocientos metros de profundidad.
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Tipo de Ruta: BTT o Senderista
Longitud: 8 kilómetros (ida y vuelta)
Duración:
- 30 – 45 minutos (en bicicleta)
- 60 – 90 minutos (andando)
Época recomendada: Primavera y verano
Dificultad: Fácil
Equipación mínima: Bicicleta de montaña o bastón, mochila, zapatillas deportivas o de trekking, agua.
Ruta GPS: Pereña – Ermita de Nuestra Señora del Castillo
Recomendaciones:
- Llevar comida para hacer una merienda en las zonas habilitadas para dicho uso por todo el Teso.
- No existen fuentes de agua potable en el recorrido, así que, en verano, es recomendable llevar al menos dos litros de agua.
- Precaución si deambulamos por las rocas que salpican los bordes del Teso, un mal pie puede hacernos caer por el acantilado abajo.
- Para visitar la ermita hay que pedir la llave en el pueblo.
- Junto a la ermita actual se encuentran evidencias de asentamientos desde épocas prehistóricas. Si nos alejamos un poco del recinto principal podemos adentrarnos en la zona de la cumbre del Teso donde podremos contemplar dichas evidencias, además de otros puntos paisajisticos más desconocidos.
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Nuestra ruta comienza en el pueblo salmantino de Pereña de la Ribera, junto al restaurante El Legado de Enrique; en el cruce que hay en el interior del pueblo rumbo al casco urbano, Villarino, Aldeadávila y La Vidola.
Indicaciones por Pereña
Desde este punto nos adentraremos en el pueblo rumbo al otro extremo de la población (hacia el camping) donde encontraremos una pista forestal que sale hacia nuestra derecha y en donde veremos un cartel que indica perfectamente el rumbo a seguir.
Una vez avancemos por esta vía, no la abandonaremos ya hasta nuestro destino.
Circulamos rectos hacia el Teso dejando a nuestra izquierda una de las bodegas de Pereña que sirven sus caldos para los vinos Arribanzo y Abadengo (D.O. Arribes del Duero) además de varios huertos y viñedos a ambos lados del camino.
Teso de Pereña
No será hasta subir un pequeño repecho cuando podremos divisar nuestro objetivo: el Teso del Berrocal. Tras él: el Valle del Duero y Portugal… a su derecha el Valle de Cabrones y las tierras de Villarino de los Aires.
La senda desciende por unos momentos realizando varios zig-zags antes de afrontar la última cuesta hacia el Teso. Como en anteriores ocasiones en que hayamos subido a algún «alto» de la zona, la subida nos puede resultar algo durilla, pero el esfuerzo se pasa pronto y merecerá la pena.
Antes de afrontar el último tramo, podremos ver un cartel que nos indica el comienzo de varios senderos hacia el río: el Sendero de Portillos, el Sendero de los Arribes y el Sendero de Fuente Santa. Hermosos caminos que circulan cerca de los acantilados del Duero.
Ermita de Nuestra Señora del Castillo
Por fin, llegamos a la Ermita. Allí podremos descansar a la sombra de un buen árbol antes de penetrar en su interior y contemplar el magnífico retablo en madera que adorna a la vírgen. O, si no, descender un poquito hasta el mirador que se alza sobre el río, asombrándonos con una de las vistas más espectaculares y altas de Las Arribes.
La ruta termina en este punto salvo para los más aventureros. Estos pueden internarse en la cima del teso siguiendo la ruta marcada en el mapa GPS.
No resulta muy complicado, salvo si llevamos mucho cansancio acumulado. Tan solo tendréis que alejaros de la iglesia donde acaba el asfalto y ascender por un caminillo hasta atravesar una puerta metálica que conviene cerrar si hay ganado en los pastos del interior.
El sendero desde aquí está bien definido (salvo en primavera que se llena de trigo y flores) hasta que encontremos el vértice geodésico que marca la cumbre del cerro.
Cima del Teso del Berrocal
Desde este punto tendremos panorámicas diferentes a las observadas en el mirador, además de mucha más tranquilidad que abajo. Además, también podremos saltar el muro de piedra que tendremos detrás nuestro, acercarnos al otro lado del Teso y deambular un poco por entre las rocas para tener unas, también bellas, vistas del Valle de Cabrones y el pueblo de Villarino.
Tras recorrer toda la zona y quizás merendar un poco en las áreas facilitadas para tal efecto, podremos regresar al pueblo por el camino andado.
Panorámica de Pereña de la Ribera
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